Tuesday, February 26, 2008

El hundimiento del acorazado Rodbertus


Ahora, sentimos el dolor de la desaparición, las tonalidades del mar oscurecido. Las mil hendiduras y el acero corroído. Sentimos el dolor tal cual se ha de sentir bajo la escarcha invernal polar y, desamparados ante tal inmensidad naufragamos. Si es que alguna ves fuimos una legión, ahora nada más queda que menos que yo.


Ya fue el tiempo del flameante y orgulloso emblema, ahora sólo resistir la más grande e impetuosa de las tormentas antes de decantar en la profundidad del mar.

2 comments:

Fernando Mena Rojas said...

primo como le va
un gusto encontrarlo por estos lugares del blog.

estan introspectivas las letras...como pensando en voz alta.

un abrazo

saludos a la tia

feña

Risa y Llanto... said...

Es parte de la vida... decantar, deshacerse de las ataduras y liberarse de los pesares que cargamos... Son etapas... así como tú mismo me escribiste por ahí "A veces estamos en la cima y en otras ocasiones estamos en la sima"... Todo es cíclico, no lo olvides...

Más, a pesar de todo, siempre habrá una mano a la cual aferrarte y, así, evitar hundirte... sólo tu propio deseo de destrucción, puede llevarte a ese final...


TxQxM



Bxos millones elevados a n jajajaja!!!