Tuesday, February 26, 2008

El hundimiento del acorazado Rodbertus


Ahora, sentimos el dolor de la desaparición, las tonalidades del mar oscurecido. Las mil hendiduras y el acero corroído. Sentimos el dolor tal cual se ha de sentir bajo la escarcha invernal polar y, desamparados ante tal inmensidad naufragamos. Si es que alguna ves fuimos una legión, ahora nada más queda que menos que yo.


Ya fue el tiempo del flameante y orgulloso emblema, ahora sólo resistir la más grande e impetuosa de las tormentas antes de decantar en la profundidad del mar.